(Letra y recitado: Osvaldo Ardizzone) (Cancion, música por Gustavo Surt)

Tenía, un otoño de ternuras escondidas
y un puñado de besos sin usar,
en las manos mil caricias retenidas
y en la blusa un amor por empezar. . .
Guardaba historias de esquinas y balcones,
y una luna adolescente en el bolsón,
un patio de San Telmo con malvones,
y una pena de Malena en un cajón…

Yo llevaba el amor, archivado en la piel,
como en un anaquel envejece el pasado,
entre tanto soñar, se me agostó el clavel,
que aromaba un ayer de candor asombrado,
tanto beso olvidado en el hueco de la almohada,
tanta ojera sin rimel al llegar la mañana
con las manos cansadas, de caricias gastadas
empujando otro adios, que salta la ventana

Y anduve de su mano por calles sin apuro,
con el paso liviano y el corazón más puro…
Volvieron a ser mías palabras olvidadas,
volví a decir te quiero, en la paz perfumada
que susurra setiembre, cuando canta la vida,
en la voz de los parques…