AROMA A PAN FRESCO

(letra y recitado: Osvaldo Ardizzone)
(canción – música Alejandro del Prado)

Uno tiene su pueblo,
su casa y su gente,
transcurre la infancia,
llega a adolescente.
Y la vida pasa. . .
Con su mansedumbre
de simples costumbres
y de afectos tiernos. . .
Y uno ni siquiera
acierta a preguntarse,
si fuera de eso habrá algo distinto,
habrá algo más lejos. . .
Y la vida pasa. . .
Después sigue el tiempo,
juventud que llega
el pájaro adentro
todo es cielo afuera. . .
Que esa vida simple,
apacible y pura,
no calma la sangre,
da sed de aventuras,
y uno se pregunta
trémulo y perplejo,
qué habrá allá más lejos
después de mi casa,
mi calle y mi gente. . .
Volveré muy pronto
de nuevo a todo eso,
volveré un domingo
cuando al mediodía,
encuentre a mi gente
reunida en la mesa,
los platos humeantes,
y el vino caliente,
y hablar seriamente
de la vida simple,
del perro y la parra,
del horno de barro
y aroma a pan fresco,
volveré un domingo
cuando al mediodía
encuentre a mi gente,
reunida en la mesa